¿Hablamos?

La duración de un proceso de terapia depende de muchas cosas, ya que cada persona es distinta y por ello, cada proceso de terapia es único, por lo que necesita adaptarse a las necesidades y demanda de la persona, del contexto en el que se encuentra en ese momento, de sus recursos internos y externos, de su compromiso con la terapia, de su historia de vida… Pero la premisa que va a acompañar a la terapia es que puedas dar tus pasos en el tiempo que aquello que traigas necesite de la forma eficaz.

Al principio, la idea es poder vernos de forma semanal. Esto será importante para poder formar el vínculo terapéutico juntas/os, poder conocerte para poder acompañarte cómo necesitas y poder acompañar a aquello que necesites, pero finalmente serás tú quien decida cada cuánto harás una sesión. 

Poco a poco, en la medida que avanza la terapia y cumplas tus objetivos, juntas/os evaluaremos el poder espaciar las sesiones hasta cerrar el proceso terapéutico.

Al principio, voy a necesitar conocerte en aquello que te ha traído a Arimarekin, pero también, conocerte más allá del problema, es decir, quién eres.

Después, juntas/os colocaremos las piecitas que han surgido en las primeras sesiones para que podamos pensar en cómo vamos a trabajar con ello. Cada uno aportando nuestra parte, tú cómo principal conocedor/a de aquello que ocurre, y yo cómo profesional con una propuesta basada en mi enfoque de trabajo.

Hacer esto, marcara el camino que vamos a recorrer juntas/os, pudiendo ser adaptado según vayamos dando pasos o vayan surgiendo nuevas o distintas necesidades.

Gracias a mi experiencia ofreciendo terapia online puedo contestarte con seguridad que la terapia en remoto es igual de efectiva y así lo avalan diferentes estudios científicos. Además, abre la posibilidad de poder adaptarse a tus circunstancias y contexto, permitiendo una gran flexibilidad para que puedas acceder igualmente a un espacio terapéutico allá donde estés, facilitando poder encontrarnos según tus horarios o disponibilidad.

Sólo necesitaras buena conexión a internet, un dispositivo electrónico desde el que poder conectarte y un espacio íntimo tranquilo dónde poder estar ese rato de sesión.

Sí hasta con 24h de antelación. Este tiempo es importante para poder reorganizar mi agenda, poder ofrecerte otro espacio y aprovechar ese hueco por si otra persona lo necesita. 

En caso de no avisar del cambio o anulación en el plazo establecido, la sesión tendrá que ser abonada.

Las sesiones pueden ser abonadas por transferencia bancaria o en metálico.